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Caída del sector manufacturero en Asia ante aranceles de EE.UU.: implicaciones para México y la economía global

  • Jesus Espinosa
  • 3 nov
  • 3 Min. de lectura


Por Redacción


Panorama general

La actividad manufacturera en Asia registró una desaceleración significativa durante el mes de octubre, afectada por la caída de pedidos internacionales derivada de los aranceles impuestos por Estados Unidos.Los índices PMI privados en China y Corea del Sur evidenciaron contracciones por segundo mes consecutivo, reflejando un menor dinamismo en las exportaciones regionales y una creciente incertidumbre entre los fabricantes ante la tensión comercial reactivada por Washington.


De acuerdo con Reuters, la medida de presión arancelaria aplicada a sectores tecnológicos, automotrices y de bienes intermedios ha comenzado a repercutir en el flujo global de mercancías, con efectos inmediatos en los principales polos industriales del continente asiático.


Efectos inmediatos en China y Corea del Sur

En China, el PMI Caixin cayó a 49.3 puntos, por debajo del umbral de expansión de 50, lo que confirma un retroceso en nuevas órdenes de exportación y un debilitamiento del mercado laboral manufacturero.Por su parte, Corea del Sur registró una reducción similar, con descensos en la producción de componentes electrónicos y maquinaria pesada, sectores altamente dependientes de la demanda estadounidense.


Analistas internacionales apuntan a que la estrategia arancelaria busca incentivar la relocalización de cadenas productivas, beneficiando a países aliados de Washington, pero al costo de desacelerar las economías asiáticas.


Repercusiones globales: del Pacífico a América Latina

El impacto de la desaceleración manufacturera asiática trasciende fronteras. Las cadenas de suministro que conectan a China, Corea del Sur, México y Estados Unidos son altamente interdependientes.La caída en exportaciones asiáticas puede alterar la disponibilidad de componentes esenciales —como chips, autopartes o maquinaria—, generando presiones inflacionarias y retrasos en industrias mexicanas integradas al comercio internacional.


México, en su calidad de socio estratégico dentro del T-MEC, podría experimentar una doble consecuencia:

  1. Oportunidad de atracción de inversión (nearshoring): empresas que buscan acercar su producción al mercado norteamericano podrían fortalecer la manufactura nacional.

  2. Riesgo de encarecimiento de insumos importados: especialmente en sectores automotriz, electrónico y de bienes de consumo duradero.


Visión de analistas y organismos multilaterales

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que la fragmentación comercial entre bloques geopolíticos representa uno de los mayores riesgos para la estabilidad económica mundial en 2025.Según el organismo, los flujos de inversión extranjera directa se están redirigiendo hacia países con tratados comerciales consolidados —como México y Vietnam—, lo que podría “reconfigurar los centros manufactureros del futuro”.

Sin embargo, economistas consultados por Noticias México Online coinciden en que el efecto neto dependerá de la capacidad de México para absorber demanda industrial, mantener estabilidad energética y garantizar infraestructura logística eficiente.


Implicaciones para México

  • Aumento potencial en costos de importación: los aranceles y la caída de producción asiática podrían elevar precios de componentes electrónicos y materias primas.

  • Reconfiguración de cadenas de suministro: las empresas estadounidenses podrían trasladar parte de su manufactura a México bajo el esquema del nearshoring.

  • Oportunidad para el sector portuario: puertos como Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Acapulco pueden fortalecerse como puntos de entrada alternativos de mercancías desde Asia.

  • Reto logístico: México deberá modernizar su infraestructura ferroviaria y energética para capitalizar este reacomodo global.


Conclusión

La caída del sector manufacturero en Asia no es un fenómeno aislado, sino un síntoma de la creciente rivalidad comercial entre Estados Unidos y China.México, como economía puente entre ambos bloques, se encuentra en una posición estratégica: podría beneficiarse de la relocalización de inversiones, pero al mismo tiempo enfrentar presiones inflacionarias y disrupciones en insumos críticos.


La política industrial mexicana deberá equilibrar prudencia y visión de largo plazo, impulsando incentivos fiscales, capacitación laboral y certidumbre regulatoria que permitan convertir esta crisis asiática en una oportunidad para la industria nacional.


Caída del sector manufacturero en Asia ante aranceles de EE.UU.:


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